lunes, 22 de agosto de 2016

El chavo normalón y bien peinadito, el colmo del cinismo

Hace algún par de meses, leí y me sorprendió que Peña Nieto había escrito una tesis para obtener su grado en la licenciatura de derecho. No pude ni puedo imaginar a un hombre incapaz de citar con tino un solo libro que lo haya influido en su vida, redactar ya no una una tesis, sino cualquier cosa con el mínimo de estructura.

Por otro lado sí fue bien fácil imaginar que haya hecho algún tipo de trampa: se sabe de empresas y o personas que se dedican a desarrollar las tesis de los aspirantes al grado profesional.

Ayer el reportaje Peña nieto, de plagiador a presidente, de Carmen Aristegui me lo confirmó.

Pero son muchas más las razones por las que no es de extrañar que Peña Nieto haya plagiado material de otros autores para hacer su tesis. De hecho, textualmente ya se había declarado un "copión" en una entrevista que le concedió a Carlos Puig para la revista Letras Libres en Mayo de 2012.

 Para "ilustrar" su carácter pragmático, se valió de la siguiente imagen. Cito:

 "EPN: imagina un salón de clases, el PAN es el chavo que llega muy peinadito, con su manzana para el maestro, se sienta hasta adelante, toma apuntes, pero algo pasa a la mera hora que reprueba el examen. El PRD es el chavo desaliñado que se sienta hasta atrás, avienta papeles, no le importa mucho reprobar porque allá atrás está en su zona de confort.

 Carlos Puig: ¿Y el PRI?

 EPN: El pri es el Chavo que se sienta a la mitad del salón, normalón, bien vestido. Se acomoda para oir al maestro, y PODER COPIAR EN CASO DE QUE SEA NECESARIO. Pone atención, se lleva bien con todos, y eso sí, siempre hace la tarea, siempre. Y sea como sea, se las arregla para siempre aprobar."

 El reportaje de Aristegui es otra prueba contundente de que a esta gente no le importa nada más que ganar, ahora sí que como decía otro "ilustre de la democracia", "haiga sido como haiga sido". Fuera para beneficio de las mayorías, del mundo, de la paz, del desarrollo sustentable, pase, aplicaríamos sin más remedio aquello de que el fin justifica los medios. Pero ¿cuáles son los fines de esta gente? Escándalo tras escándalo, mentira tras mentira, y las mayorías que no vemos que esto mejore en ningún ámbito. ¿Qué demuestra este presidente plástico, al que Sergio Aguayo describe con argumentos sólidos como a un presidente "convencido de que la forma es fondo"?. La respuesta y conclusión, diría aquél personaje en Millers Crossing de los hermanos Coen, es tan clara como el lodo: este chavo normalón y peinadito, pragmático y aplicado, no da el kilo (por decir lo atómico).

 ¿Y el asesor de la tesis?

 Apunta el reportaje de Aristegui: "..fue el doctor en Derecho Eduardo Alfonso Guerrero Martínez, actual magistrado del Poder Judicial de la Ciudad de México. En su currículum, se afirma que el funcionario ha dirigido más de 193 tesis y ha sido jurado en más de 367 exámenes profesionales."

 El muy respetable Doctor. Honorable magistrado del poder judicial, antorcha de los aspirantes a licenciados en derecho y juez de los conocimientos profesionales. Algo tiene qué cambiar si queremos que todos esos títulos sigan siendo signo de la sabiduría, virtud, temple, experiencia y eficacia en una persona; y no signos de más Eduardos Alfonsos Guerrero Martínez. En cuanto a la forma, el buen nombre y prestigio de los egresados profesionales, de las instituciones educativas, y sí, también el de los ediles está en juego.

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