Nuestro aún presidente EPN parece no ser más el presidente.
Se diría que ha terminado su administración y que es a AMLO, el ahora virtual
timonel, al que habría que poner lupa y dirigir toda nuestra atención.
El ímpetu con el que Obrador se ha movido luego de los comicios
ha colaborado a crear esta percepción de que Peña, el PRI, su aparato, ya están
fuera de la jugada.
Pero el que la administración saliente este gestionando una deuda millonaria ante los gringos (más o menos 10 mil millones de dólares) sirve
como ejemplo de que la realidad es otra.
No se Europa y EUA, pero para México no creo que sea poco
dinero 10 mil millones de dólares.
Según Alberto Barranco, entrevistado por Julio Hernández en el programa Querida Urna, siendo optimistas el gobierno de Obrador tendrá un
margen de maniobra del 15% de todo el presupuesto nacional para impulsar sus
propuestas, el otro 85% va directo a pagar deudas.
Esta situación no es nueva.
Llámeseme exaltado, pero a mi me recuerda al estado
deteriorado en que dejó a México Miguel Miramón luego de la guerra de reforma. Éste
“presidente” interino se endeudó hasta el "copete" para financiar su guerra de
guerrillas contra el gobierno de Juárez. Cuando éste último recuperó el timón
el barco estaba ya en “aguas internacionales”.
Debido a la insolvencia del país, Juárez se vio obligado a
suspender los pagos a sus acreedores por 3 años, la excusa de la que se
valieron Francia, Inglaterra y España para intervenir en nuestro querido México.
¿Se repetirá la historia? ¿Habrá como en aquél entonces
alguna camarilla que esté socavando el terreno sobre el que tendrá que apoyarse
la administración entrante para provocar una nueva modalidad de intervención?
Por lo pronto el trayecto de aquí al 1 de diciembre es
bastante largo, vaya a saber que otras sorpresas nos deparará el virtual
expresidente Peña y su virtual aparato virtualmente venido a menos.
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