lunes, 6 de julio de 2009

Sin esquemas..












Descubrí que no hay caminos en círculos, ni siquiera celdas limitadas. Cada segundo empuja, se quiera o no se quiera hacia delante, o atrás, o arriba o abajo o a todas partes. Descubrí que no hay refugios, la luz toca con la oscuridad cada rincón del mundo y viceversa. El día se va a acabar se esté triste o no, de acuerdo con ello o en desacuerdo. Se avanza inventando que no a veces, otras ufanos de ligereza en la corriente, alegando cool´ismo, relax´ismo, freedom´ismo.
De pronto, la física se me antojó un profesor que ejemplifica con gafas y camisa a cuadros el absurdo de la vida: Ponga atención joven, x = y, no vaya usted a confundir luego una roca con un burro, aunque si y = x una roca definitivamente es igual a un burro y voy más lejos si Xy = Y , una roca es un burro.
He caminado tantas veces la avenida pino suarez que ya no la reconozco, me perdí en algún recoveco del tiempo o en un complejo de dimensiones laberínticas: yo juraba que la alameda era más pequeña, juraba que todos los rostros eran los mismos, que el asfalto era gris y los edificios más vetustos. He caminado tantas veces las mismas calles y la pregunta me deja sordo en la cabeza ¿a quién se le ocurrió todo este caos “vial“? Juraba que tenía un mapa en la mano, resulta que no es más que un crucigrama.. chale, y yo gritando al mundo mi postura según meridianos y latitudes..
Por supuesto, todo esto lo descubrí antier, desde el ala norte del ala norte del ala norte del ala norte del mundo, justo en la dimensión y tiempo donde Xf + g = Yt donde piedra es lo mismo que saco de frituras en el alma y ella no está, y ella me abandonó de nuevo en T - 10 = M. Donde la fuerza de gravedad es más pesada pero son más las ganas de andar porque el panorama promete.







































































































2 comentarios:

  1. También tengo mis historias urbanas nocturas:

    La segunda foto es de un indigente, le dicen "El Capy", iba a tomar café ya por la madrugada, tengo una historia que contar de él. Aunque si lo pienso mejor, quizá no sea él, creo que todos los indigentes tienen algo de familiar, pero si acaso un día lo vuelves a ver y le dices Capy y te dice, quiubo, entonces te cuento la historia.

    Saludos,

    Diana

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  2. Aquí poniendo mi firma... qué padres fotos!!!!

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